Francisco
Gómez Sanmiguel resultó elegido anoche presidente de la Agrupación de
Hermandades y Cofradías de Córdoba, imponiéndose al presidente saliente,
Juan Bautista Villalba, tras algo más que unas igualadas votaciones que
dan cuenta de la división interna que sufre la Agrupación y que se
plantea como uno de los primeros problemas para la nueva gestión de
Gómez Sanmiguel.
Tras la convulsa sesión del 18 de junio en la sede de Isaac Peral, en
donde ninguna de las dos candidaturas obtuvo la mayoría requerida
requerida en dos ocasiones (aunque Juan Villalba superó a su adversario
por dos votos, 23 a 21), en la asamblea de hermandades de ayer, y con
las nuevas directrices del Obispado en la mano, los dos candidatos
empataron en la primera votación, donde se requería mayoría absoluta del
total de las cofradías agrupadas: 23 votos para Juan Villalba, 23 para
Gómez Sanmiguel, 2 votos en blanco y dos hermandades cuya representación
no llegó a tiempo: la de la Virgen del Rayo y La Merced.
La segunda votación, en la que se precisaba para el nombramiento la
mayoría absoluta de las hermandades presentes, tampoco ninguno de los
candidatos obtuvo el respaldo suficiente. De nuevo, 23 contra 23 y dos
votos en blanco.
Así, en la tercera ronda de desempate , Villalba se
perfilaba como ganador, ya que de acuerdo al arbitraje del Obispado en
caso de empate se impondría el candidato de mayor edad, es decir, el
presidente saliente. Sin embargo, en esta tercera y definitiva votación
uno de los votos en blanco cambió de signo y dio la victoria a Gómez
Sanmiguel por 24 a 23 votos, todo ello tras cuatro meses de campaña electoral interna y en la más ajustada votación que se ha visto en la historia del movimiento asociativo cordobés.
En sus primeras declaraciones, Francisco Gómez Sanmiguel agradeció
los apoyos recibidos y el escrupuloso respeto de su candidatura a la
fórmula que el Obispado fijo para esta segunda asamblea electoral.
Igualmente, Gómez Sanmiguel anunció que su equipo ya está trabajando en
los proyectos de su programa electoral.
Por su parte, un abatido Juan Villalba también agradecía a sus
simpatizantes los apoyos, eso sí, insistiendo en que moralmente se
consideraba ganador. De hecho, con los nuevos criterios de la votación
de ayer desde el Obispado, de haberse aplicado en la pasada sesión del
18 de junio, el presidente saliente se hubiera mantenido en el cargo ya
que aquella vez, en dos ocasiones, se impuso por 23 a 21 votos y cinco
papeletas en blanco.
(Noticia publicada en el Diario Córdoba 11/09/2012)