"Y siendo ya Martes Santo, sentiremos la ausencia casi insoportable, del Señor de la Sangre, que espera en rígida clausura cisterciense, el momento preciso y precioso de derramar su roja bondad, ante un pueblo que a veces desprecia el regalo de Dios. No podrá Claudia, mujer soñadora, convencer a Pilato de la inocencia de Jesús y así se cumplirá la elección errónea de Barrabás, liberando al malhechor y condenando la mansedumbre del Cordero."
Fragmento del Pregón de D.Fernando Morillo-Velarde Chiclana -Córdoba, Cuaresma de 1.995-
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