"Hoy te sirve un olivo de costado
para beberte el cáliz postrimero.
hoy tu sudor es sangre perfumada
de imaginar de amor crucificado
tu cuerpo de pastor y de cordero".
"Hoy, por fin, Rafael, ese sudor de sangre perfumada entibia ya el compás de San Francisco.¡Ha llegado el momento! Despliega pues tus alas diligente, remonta raudo el vuelo y ve a fundir tu alma de arcanas geologías con la madera joven del ángel--en oros irisado--que alienta el desaliento.
Solo se queda El Potro de su arcángel; y, al enfilar el paso de la calle de la Feria, es ya el propio custodio de esta ciudad--en huerto transmutada--el que conforta a Cristo sobre un monte de lilium, de clavel y lentisco, de brezo y siempreviva, de romero..."
Fragmento del Pregón de D. Angel Aroca Lara. -Córdoba, Cuaresma de 1.993-
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