«Con serenidad e ilusión»: son palabras del salesiano Miguel Aragón, coordinador de los actos de la coronación pontificia de María Auxiliadora, que condensan el estado de ánimo de toda la Familia Salesiana ante el próximo día 10. Muy cerca del mediodía de esa jornada, el administrador apostólico, Juan José Asenjo, impondrá sobre la titular del santuario -y en nombre de Benedicto XVI- la corona de oro labrada por Emilio León.«Serenidad e ilusión se justifican -explicita el coordinador- porque no estamos ante un hecho puntual aunque solemne, sino ante la culminación de un proceso largo en el tiempo y profundo en su contenido, con catequesis, formación y preparación espiritual intensa. Los actos darán comienzo el sábado día 9 a las cinco y media de la tarde, con el traslado de la imagen de María Auxiliadora de su santuario a la Catedral, donde será recibida por el administrador apostólico, que presidirá una breve celebración.
«Ordo coronandi»
A las ocho y media de la mañana del domingo, la imagen será llevada hasta el paseo del Gran Capitán, donde a las once dará comienzo el pontifical. Presidirá la ceremonia monseñor Asenjo, y estará presente el rector mayor de los salesianos, Pascual Chávez; también han anunciado su presencia el obispo auxiliar de Bilbao, Mario Iceta, así como los inspectores regional y provincial de los salesianos.
Tres formaciones corales -el Real Centro Filarmónico Eduardo Lucena, el coro Cantabile y el coro Santo Domingo Savio- ilustrarán musicalmente la misa, que terminará en torno a la una del mediodía. En ese momento dará comienzo la procesión de regreso al santuario que, desde el próximo día 10, se llamará oficialmente «de María Auxiliadora Coronada». Y empezará, también, una nueva etapa de una historia que, en Córdoba, tiene ya más de cien años.
Toda coronación tiene una faceta social y caritativa, y en este caso tendrá un primer fin: «La colecta de la misa irá destinada íntegramente a Cáritas diocesana -confirma Miguel Aragón-, y desde aquí pido a todos los que asistirán a la ceremonia que sean generosos con los necesitados». Más adelante habrá una segunda «consecuencia» social de esta jornada, que se integrará en algunas de las múltiples iniciativas que la Familia Salesiana lleva a cabo a favor de jóvenes necesitados.
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