La espera llegó a su fin cuando la Virgen se encontraba a la altura de una pancarta que los vecinos habían puesto en la plaza de San Agustín y donde se podía leer: "48 años de espera, bienvenida a tu casa, Angustias". Fue el momento en el que se disparó la emoción. Un sonado aplauso se mezcló con las voces de cientos de vecinos que gritaban "¡En tu barrio, en tu barrio!". A esto se unió un sonoro "viva la Reina de San Agustín", que rompió en un nuevo y caudaloso aplauso.
"Esta más guapa desde que ha entrado a su barrio", decía una señora desde una de las aceras de la plaza, y es que el cariño a la imagen se palpaba en cada uno de los vecinos que en los últimos días han buscado la presencia de la Virgen en el templo. "Yo ya he firmado para que la dejen aquí", decía Encarna, una vecina que vivió su infancia junto a la Virgen en San Agustín. Y es que los vecinos están recogiendo firmas para que la Virgen de las Angustias vuelva definitivamente al barrio. "Si es que no se la tenían que haber llevado nunca", decía emocionada Loli Muñoz, mientras recordaba con nostalgia cuando su padre la llevaba de la mano hasta su camarín. Sin duda, ayer fue un día para la nostalgia. Los más mayores contaban cómo en la Semana Santa del 36 fue la única imagen que salió a la calle. Muy cerca de la puerta se pudo ver a una emocionada Conchita Cantueso que, seguramente, recordaba a su hermano, el carismático dominico fray Rafael Cantueso, que tanto deseó que la Virgen volviera a San Agustín.
Aunque solo sea de manera temporal, muchos de los vecinos vieron ayer cumplido el sueño de ver de nuevo a la Virgen en su barrio.
"Esta más guapa desde que ha entrado a su barrio", decía una señora desde una de las aceras de la plaza, y es que el cariño a la imagen se palpaba en cada uno de los vecinos que en los últimos días han buscado la presencia de la Virgen en el templo. "Yo ya he firmado para que la dejen aquí", decía Encarna, una vecina que vivió su infancia junto a la Virgen en San Agustín. Y es que los vecinos están recogiendo firmas para que la Virgen de las Angustias vuelva definitivamente al barrio. "Si es que no se la tenían que haber llevado nunca", decía emocionada Loli Muñoz, mientras recordaba con nostalgia cuando su padre la llevaba de la mano hasta su camarín. Sin duda, ayer fue un día para la nostalgia. Los más mayores contaban cómo en la Semana Santa del 36 fue la única imagen que salió a la calle. Muy cerca de la puerta se pudo ver a una emocionada Conchita Cantueso que, seguramente, recordaba a su hermano, el carismático dominico fray Rafael Cantueso, que tanto deseó que la Virgen volviera a San Agustín.
Aunque solo sea de manera temporal, muchos de los vecinos vieron ayer cumplido el sueño de ver de nuevo a la Virgen en su barrio.
(Articulo publicado en el Diario Córdoba 02/11/2009)
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