En la noche de ayer la Hermandad de Nazarenos Congregantes del Santísimo Cristo de la Buena Muerte procedió a efectuar el Solemne Traslado de la imagen de su Titular a su paso procesional. Este acto que con el paso del tiempo se ha convertido en uno de los momentos más emocionates del curso cofrade de nuestra Hermandad, como así lo demuestra la gran asistencia de hermanos y público en general, ha contado este año con algunas novedades significativas. El cambio de ubicación del mecanismo de elevación de la imagen, trasladado al cruceiro de la Colegiata, hizo aun más intensos los momentos en que Nuestro Señor quedó suspendido en el aire hasta su colocación en el paso. El pasillo de luz formado por los cirios portados por las hermanas de la cofradía, la lectura de pasajes de la Pasión y las notas del conjunto de Capilla de la Banda de la Esperanza acompañaron al Señor durante el traslado a su paso.
El remozado paso de Nuestro Señor, que estrenaba las modificaciones introducidas en su diseño, con un sensible incremento en sus dimensiones, calvario más elevado y faldones nuevos; procesionará este año con sus originales faroles provistos de codales rojos, como simbolo sacramental; el exorno floral (aunque previsible) lo descubriremos el Jueves Santo.
Ante la antenta mirada de Nuestra Señora Reina de los Mártires su Santísimo Hijo fue depositado por sus hermanos costaleros en la Capilla del Sagrado Corazón hasta que la Madrugada del Viernes Santo nos lo devuelva a las calles de Córdoba.
El acto concluyó con los versos de José María Pemán:
"Y a cambio de este alma llena de amor que vengo a ofrecerte,
dame una vida serena y una muerte santa y buena.
¡Cristo de la Buena Muerte!".
P.D. La calidad de las fotos, a pesar de la buena voluntad de la reportera, no es muy buena; en parte debido a que Alba es un poco inquieta como ayudante de camara.
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