De
nuevo ayer San Lorenzo se convirtió en un museo de arte efímero. Es
cierto que en esta iglesia todo colabora: el párroco, el sacristán, la
luz, el color de la piedra...pero esto no le quita mérito al esfuerzo de
la mayordomía de cultos de Animas que cada año nos dejan este
inconfundible y único sello que sólo esta hermandad puede hacer gala de
ello. Un altar de besapiés que además de buen gusto requiere muchas
horas de trabajo, de esfuerzo, de dedicación, algo que desgraciadamente
no es extensible a muchas de nuestras cofradías, algunas con mucho
nombre que bien pudieran ser maestras de éstas otras. Sin embargo, son
cofradías en las que sus titulares lucen en cultos entre un esperpéntico
montaje de cera y flores sin cuidado alguno, sin olvidar aquellas cuyos
montajes nada tienen que ver con la idiosincrasia de su cofradía.
Para todas éstas, Animas debe ser un ejemplo a seguir, pero no en la
estética, que es sólo y exclusivamente de ellos, el ejemplo que hay que
seguir de Animas es el de la formación, el del buen gusto, el saber el
significado de las cosas, el trabajo diario de la mayordomía de cultos y
llevarlo con coherencia a sus respectivas cofradías. Solo así cobrarían
sentido la dejadez de algunos altares y el quiero y no puedo de otros
tantos.
(Articulo publicado en el Diario Córdoba 02/03/2013)
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