La tragedia rondó en la noche de ayer la Basílica de El Cachorro,
ya que gran cantidad de candeleros con cera, algunos encendidos, se
desplomaron del altar de cultos de esta Hermandad trianera, que está
celebrando el Solemne Quinario, teniendo que actuar con prontitud los hermanos que alli se encontraba y sofocando el siniestro que no fue a mayores, quedando en un gran susto todo lo acaecido en dicho templo.
Minutos
antes del inicio de este culto, cuando se estaba encendiendo este
grandioso altar de cultos, con más de cien puntos de luz, unos
candeleros se precipitaron hacia el suelo, haciendo que otros
instalados, de este efímero monumento, se fueran despeñando uno tras de
otro, tanto de forma lateral como hacia abajo, lo que provocó un caída
en cascada de los mismos.
40 años después
En
esta semana se han cumplido los cuarenta años del desagradable
incidente que provocó el incendio de este templo. En el mismo quedó
afectado el portentoso crucificado de Ruiz Gijón, que fue restaurado,
pero perdiendo para siempre la antigua imagen de la Virgen del
Patrocinio. Posteriormente, el imaginero Luis Álvarez Duarte realizó la
nueva dolorosa para esta Corporación del Viernes Santo.
Una
vez limpiado convenientemente el altar y retirado los candeleros
siniestrados se inició el Solemne Quinario, que se celebró con total
normalidad. Todo quedó en un susto.
(Noticia publicada en Pasión en Sevilla 02/03/2013)
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